Martín (Hache) es una de esas películas que conlleva la imagen de la decadencia social, una atropellada y atormentada existencia entre los convencionalismos sociales y aquellos intentos naturales desenfrenados que no tiene cabida en este mundo.

La contradicción entre ser y el deber ser, se refleja en la vida de los protagonistas de esta historia, que difícil es salir de las ataduras que implica las normas sociales, las normas familiares, las religiosas, romper esquemas provoca sisma en uno mismo y en los demás. Los cambios son necesarios en la vida del hombre, se arriesgado, ser atrevido, ser arrogado al mundo, me permite disfrutar mi vida, siempre y cuando sean consiente de las consecuencias para poder asumirlas.

Algunas de las frases que me encantan de esta película son:

Eso de extrañar, la nostalgia es un verso, no se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso, pero también los extrañas si te mudas a diez cuadras. El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país en un tarado mental, la patria es un invento (…). Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos y eso si se extraña.

Te gustan más los hombres que las mujeres -de que sexo sean me da igual, es lo que menos me importa, me puede gustar tanto un hombre como una mujer, el placer no está en follar es igual que con la drogas. A mí no me atrae un buen culo un par de tetas (…) pero no me seducen , me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce la cara y el cuerpo que es movido por una mente que vale la pena conocer, poseer, dominar, admirar (…) yo hago el amor con las mentes hay que follarse a las mentes.

Ninguna mujer tiene dueño

Martín (Hache); pelicula en líneas por megavideo

Un sillón para el rincón

Una de la películas que me fascina y que les recomiendo en esta ocasión es la película dirigida y escrita por Luis Buñuel, que los catapultó al escenario internacional debido a las imágenes, contextualización y dramatismo que provoca en realismo absoluto de la película, lo que la llevó a ser reconocida como patrimonio cultural de la humanidad.

La película refleja la angustia existencia, el desamparo de jóvenes que se enfrenta a una cruenta realidad en una sociedad que no tiene lugar para ellos. Escenas de muerte soledad, tristezas, enojos, acompañan cada de una de las escenas.

Sinopsis:

Tras un prólogo en el que con imágenes de Nueva York, París y Londres, se advierte de la universalidad de la tragedia que va a producirse, la cámara localiza enclaves reconocibles de la Ciudad de México. En uno de sus barrios marginales Jaibo (Roberto Cobo) es un adolescente que escapa de un correccional para reunirse con Pedro (Alfonso Mejía). En presencia de él, Jaibo mata a Julián, el muchacho que supuestamente le delató. También intenta robar a un ciego al que finalmente maltrata en un descampado.

Cuando Pedro llega a su casa su madre no quiere darle de comer, lo que origina la secuencia onírica y surrealista en que la madre le ofrece unas vísceras que Jaibo le arrebata saliendo debajo de la cama donde yace el cadáver de Julián.

Otro niño, que ha sido abandonado por su padre en la ciudad, Ojitos, entra al servicio del ciego como lazarillo, que ejerce de curandero en casa de Meche, una turbadora adolescente de la que el ciego se quiere aprovechar.

Pedro intenta recobrar la estima de su madre comenzando a trabajar, pero sus buenas intenciones son frustradas por el comportamiento de Jaibo, que no solo se acuesta con su madre, sino que comete un robo del que acusan a Pedro, que es arrestado por ello en una granja escuela. El director de la institución, confiando en el chico, le da cincuenta pesos y le manda a un recado, pero Jaibo le roba el dinero. Pedro entonces le denuncia como asesino de Julián, y Jaibo se venga matándolo en el gallinero de la casa de Meche. Esta y su abuelo arrojan su cadáver a un muladar. Entretanto, Jaibo es abatido por disparos de la policía, y su agonía se ve sobreimpresionada por un perro que avanza y una voz que dice «buenas noches» que encadena con el que la madre de Pedro dirige a Meche y su abuelo, que llevan el cadáver de su hijo en un saco a lomos de una burra.

Aquí podrás ver en línea la película “Los Olvidados”

¿Qué significa pensar en la inmortalidad del cangrejo? ¿Por qué hablar del cangrejo y no de otros animales?

Alguna vez hemos escuchado a alguien hablar de la inmortalidad del cangrejo haciendo referencia a quienes tiene la mirada perdida, quienes están con la boca abierta, quienes simplemente no parecen estar en este mundo en ese momento.

La frase proviene de que el cangrejo es una animal que no tiene conciencia de su existencia (es un ser-en sí), un cosa que su muerte no tiene mayor preocupación por su futuro, por lo tanto, el cangrejo (aunque se puede hacer referencia a cualquier otro animal) se ve inmortal en el mundo ya que no tiene conciencia de la finitud de su existencia. En pocas palabras, el pinche cangrejo es más chingones que nosotros porque no se angustia de sus enfermedades, del futuro de su familia, de las cuentas bancarias y de todas esas burradas a las que estamos acostumbrados.

Existen otras versiones para explicar la frase, como la idea que todos los cangrejos son iguales, y por tanto, nunca veremos morir a alguno, siempre estarán existiendo como un todo.

Cuando hablamos de filosofía es posible que imaginemos a un tipo contemplando las estrellas, encerrado en su cuarto escribiendo y pensando, desarreglado. Este estereotipo suprime la verdadera función de un filósofo, han quedado atrás los tiempos de contemplación del universo y de las estrellas, (esto es un lujo que sólo Slim y Bil Gates) como lo afirma Marx “los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de TRANSFORMARLO”, partiendo de esta idea cada uno de nosotros posee o ya somos un filosofo, somos capaces de darle una interpretación del mundo pero serán nuestras acciones que la cambien.

Dejemos que la locura invada nuestro pensamiento, vamos a cuestionar todo lo que nos rodea ¿Por qué tengo que usar ropa? ¿en realidad esa a la mujer o al hombre que amo? ¿Qué carajo me aporta estar pegado al tv todos los días?, preguntas que surgen de una realidad cercana y que jamos nos cuestionamos. Las cosas que haces son replicas de normas sociales, sin sentido, sin un claro objetivo, hay que dejar de ser personas normales y dejar que nuestra locura reflexiva no lleve por mundos mejores.

ESTOS SI ES FILOSOFAR